top of page

CARTA DE JESUS

Una Palabra Que Jesús me Dictó en 1986



Hola hijo:

   Por el amor que tengo y por el deseo de darte siempre lo mejor que puedes recibir, te envío estas palabras. Considéralas con detenimiento e interés. Son enviadas solo por el gran amor que te tengo.

   ¿Sabes qué? A ti que me has aceptado en tu corazón como tu Señor y Salvador, te tengo una grande y hermosa noticia: ¡IRE PRONTO POR TI! Iré muy pronto al mundo para levantarte de ese lugar en el que estás como peregrino, para que estés para siempre conmigo.

   Te aclararé algo: Yo comprendo que ese mundo en el que te encuentras está lleno de tentaciones y de pruebas, problemas y preocupaciones... y estoy mirando que tú te esfuerzas por vivir en mí. Estoy consciente de que a veces sufres y caes, fallas o desobedeces... pero confía en que todo eso terminará pronto. ¡Claro que sí! Dentro de no muchos días te sacaré de ese ambiente terrible en el que corres el riesgo de dejar mi Camino.

   Solamente te pido que, por favor, no te desanimes. Sigue luchando por ejecutar mi voluntad y practicar mis mandamientos. Aunque parezca que el camino es duro, considera y toma muy en cuenta que “las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en ustedes ha de manifestarse”. No importa que por un tiempo tengas que ser afligido allí por las tentaciones y debilidades a las que estás sujeto, espera solamente en mi promesa: ¡REGRESARE!

   Voy a rogarte que en tu vida no permitas nada que provenga de mi enemigo. Ese solo quiere apartarte de mí. Yo estoy haciendo mi parte para mantenerte en mis sendas, pero te estoy pidiendo que tú también pongas la tuya, y así ¡qué completa mi obra en tu ser quedará! Yo no quisiera tener qué condenarte después de haberte tenido en mis brazos. Así que procura, por favor, mantenerte lo más alejado posible de las cosas y placeres perecederos de este mundo. Tú no eres de allá abajo, sino de aquí. Por tanto no debes acoplarte a las costumbres de las gentes que no me aman, ni de su forma de pensar, ni de nada de ellos.

   Me encantaría que gozaras el privilegio de vivir conmigo por la eternidad, pero no me verás nunca si no vives alejado de todo lo malo y con tu vida entregada a mí. Las cosas que yo dije que sucederían en los últimos días están teniendo su cumplimiento. Te advierto que te prepares pues no sabes cuando iré; pero puedes estar seguro de algo: Será muy pronto. En unos instantes estaremos juntos.

   Mis últimas recomendaciones son que platiques conmigo cada vez que te acuerdes de mí, estés en donde estés; está atento a mi voz y obedécela siempre. Lee todos los días mi Palabra y no faltes a mi casa. Asimismo, invita a otros a esperar en mí y aguardar mi Venida. Guarda tu conducta y tus palabras en santidad, pero no quieras hacerlo todo por tus propias fuerzas, pues nada ganarás. Solo permíteme que yo lo haga en ti. También estimula a otros creyentes a vivir en santidad. Y, por favor, jamás, en ningún momento te olvides del sacrificio que hice por ti.

   Ayúdense unos a otros, oren los unos por los otros y ayunen juntos.

   Lee: Apocalipsis 22; Mateo 24,25; Romanos 12:2; II Tesalonicenses 1:6-2:17; I Tesalonicenses 4:13-5-11; Marcos 13; I Juan 17:4; Lucas 17:20-37; 21:8-36; Hebreos 14:12

   ¡Búscame cada día más! ¡Iré por ti en breves días!


Con amor, Jesucristo, el Cordero de Dios

“EL ALFA Y LA OMEGA. REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”.


(2012) Ariel Romero López

コメント


bottom of page