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TIEMPO DE HONRAR

Cuando vivimos en honra nos va a ir bien en la vida. El éxito en cualquier cosa que hacemos es la honra, especialmente hacia el Padre Celestial.

La Biblia nos enseña este poderoso principio para vivir indicándonos mostrar “honra a los que temen a Jehová" (Sal.15:4). “Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra” (Rom.13:7). “Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey” (I Pe.2:17).


CON PALABRAS Y CON ACCIONES

¿Qué es la honra? Honra es sinónimo de respeto y atención, pero conlleva una connotación tangible, o sea, un reconocimiento que se demuestra con acciones.

Existe también cierta dimensión de la honra que podemos expresar con las palabras, pero siempre la honra debe ir a la par con las obras y las actitudes.

¿De qué formas tangibles estamos reconociendo a Dios, a su obra en nosotros y a las personas que son el canal de su bendición hacia nuestra vida?


LA DIRECCIÓN DE LA HONRA

¿A quién, pues, deberíamos honrar? ¿Cuál es la dirección a la que debe dirigirse la honra? La Biblia nos habla de dos direcciones: Debemos honrar a Dios y también a los demás. ¡Si lo hacemos así, Dios nos honrará a nosotros!

LA HONRA PRINCIPAL ES A DIOS

Principalmente, todos debemos aprender a honrar a Dios poniéndole por sobre todas las cosas en nuestra vida, porque él dijo, “Yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco” (I Sam.2:30)... ¡y esto a través de una relación con Cristo. “Que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió” (Jn.5:23).

Y así, pues, ¿en qué aspectos de la vida debemos aplicar el principio de la honra a Dios, y hacer esfuerzos para demostrarlo tangiblemente?

  1. NUESTRA PERSONA. Debemos honrar la presencia de Dios que mora dentro de nosotros: “Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (I Cor.6:20). Da honor a Dios en tu vida, porque él te honró imprimiendo su imagen en ti: "Lo has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste (al hombre) de gloria y de honra)” (Sal.8:5).

  2. NUESTROS PROYECTOS. La honra debida a Dios va en dos tiempos: Antes de emprender una obra (pidiendo que nos bendiga), y luego volviendo a Él para agradecerle con lo mejor que hayamos producido. “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda” (Gen.4:4). “Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer voluntariamente cosas semejantes? Pues todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos” (I Cr.29:14). “Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados” (Pr.16:13).

  3. NUESTRO LLAMADO. Debemos de honrar y desarrollar las habilidades y la vocación que Dios ha puesto en nosotros. Decía Pablo: “Yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio” (Rom.11:13). “Mas el olivo respondió: ¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?” (Jue.9:9). “Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor” (Mr.10:43). “Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús” (I Tim.3:13).

  4. EL EVANGELIO. Debemos honrar el mensaje Cristo que predicamos por medio de una conducta que represente bien a Jesucristo, nuestro Señor: “No defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador” (Tit.2:10). “Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas” (I Pe.3:1). “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt.5:16).

  5. LA OBRA DE DIOS. Debemos honrar a Dios impulsando materialmente su obra aquí en la tierra: “Honra al Señor con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos” (Pr.3:9). “Y dijo David: Salomón mi hijo es muchacho y de tierna edad, y la casa que se ha de edificar a Jehová ha de ser magnífica por excelencia, para renombre y honra en todas las tierras; ahora, pues, yo le prepararé lo necesario. Y David antes de su muerte hizo preparativos en gran abundancia” (I Cr.22:5). “Dad a Jehová la honra debida a su nombre; traed ofrendas, y venid a sus atrios” (Sal.96:8).

Recuerda: Dale Su lugar de preeminencia a Dios, siendo un hijo agradecido y generoso.


LA HONRA A LOS DEMÁS

Muchas veces hemos en el pasado dejado de honrar a las personas importantes en nuestra vida, ¡y ya es tiempo de hacer justicia a su mérito! “Dijo el rey: ¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por esto? Y respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha hecho con él... Y Amán tomó el vestido y el caballo, y vistió a Mardoqueo, y lo condujo a caballo por la plaza de la ciudad, e hizo pregonar delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey” (Est.6:3,11). Por causa de las acciones leales de este Mardoqueo hacia su rey Asuero, los judíos fueron librados en el tiempo de Esther, y “tuvieron luz y alegría, y gozo y honra” (Est.8:16).

Entonces, ¿en qué aspectos de nuestras relaciones debemos aplicar el principio de la honra, y hacer esfuerzos para demostrarlo tangiblemente? La Biblia nos menciona muchos, entre ellos, por ejemplo, los siguientes:

  1. NUESTROS PADRES. Debemos honrar a nuestros progenitores en todas las cosas: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da” (Ex.20:12). “Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies” (Pr.23:22).

  2. NUESTRO MATRIMONIO. Hay una honra debida a nuestro compromiso matrimonial: “Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Heb.13:4). “Y el decreto que dicte el rey será oído en todo su reino, aunque es grande, y todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor” (Est.1:20). “La mujer agraciada tendrá honra, y los fuertes tendrán riquezas” (Pr.11:16). “Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto” (Mal.2:14).

  3. NUESTROS PASTORES: Debemos honrar a nuestros líderes espirituales: “Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra” (I Tes.5:12,13). “El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye” (Gal.6:16). “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provehoso” (Heb.13:17). "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar" (I Tim.5:17).

  4. NUESTROS PATRONES Y EMPLEADOS: “Quien cuida la higuera comerá su fruto, y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra” (Pr.27:18). “Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios; sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno hiciere, ése recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas” (Ef.6:5-9).

  5. NUESTRA FAMILIA ESPIRITUAL: “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros” (Rom.12:10). “No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros” (Fil.2:4). “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe” (Gal.6:10).

  6. NUESTROS HIJOS: “He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos por señales y presagios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos, que mora en el monte de Sion” (Is.8:18). “No os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos” (II Cor.12:14). “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Ef.6:4). “Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo” (Mt.2:14,15).


SIEMBRA HONRA... Y COSECHA HONRA

Principalmente, la honra en la vida viene de parte de Dios. “El levanta del polvo al pobre, y del muladar exalta al menesteroso, para hacerle sentarse con príncipes y heredar un sitio de honor. Porque de Jehová son las columnas de la tierra, y él afirmó sobre ellas el mundo” (I Sam.2:8).

Si tú quieres cosechar honra, teme a Dios: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza” (Pr.1:7). “Largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra” (Pr.3:16). “Los sabios heredarán honra, mas los necios llevarán ignominia” (Pr.3:35). “Las riquezas y la honra están conmigo; riquezas duraderas, y justicia” (Pr.8:18). “Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que guarda la corrección recibirá honra” (Pr.13:18). “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová” (Pr.22:4).

Recordemos que Dios prometió: “Yo honraré a los que me honran” (I Sam.2:30), y Jesús enseñó: “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” (Mt.6:6). Además, el propio Maestro nos indicó cómo vivir, diciendo: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mt.6:33).


ARIEL ROMERO LOPEZ

Pastor General - Ministerio Vino y Aceite Internacional

(C) 2023


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32 TEXTOS ACERCA DE LA HONRA:

Rom 13:7

I Ped 2:17

Jn.5:23

Pr.3:9

Tit.2:10

Ex.20:12

Jue.9:9

I Cr.22:5

Est.1:20

Est.6:3,11

Est.8:16

Jb.40:10

Sal.8:5

Sal.15:4

Sal.96:8

Pr.3:9,16

Pr.3:35

Pr.8:18

Pr.11:16

Pr.13:18

Pr.14:31

Pr.16:31

Pr.17:6

Pr.22:4

Pr.26:1,8

Pr.27:18

I Sam.2:8,30

I Cr.29:11

Rom.13:7

I Ped.2:17

I Tim.3:13

Heb.13:4

Escríbeme una nota. Déjame saber qué piensas.

Gracias por escribirme

© Ariel Romero Lopez

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