top of page

VIDA DE RESCATADOS

Es cierto que la Biblia nos dice que debemos vivir de cierta manera que agrada a Dios. Sin embargo, algunos no logran definir exactamente cuál será esa forma de justicia, llena de satisfacción por alegrar al Padre.

El apóstol San Pedro, un su primera carta universal, nos describe al detalle cómo es esa vida, pero apela a la conciencia y al entendimiento como la fuente primera de ese digno estilo de vida.

“Sabiendo que fuisteis rescatados”, dice, “de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres” (I Pe.1:18), como diciendo, “si ustedes desean cambiar la conducta, primero tiene que cambiar la mente”. Es por esto que en su primer capitulo trabaja desde el área de nuestro entendimiento para propiciar esa deseada transformación exterior.


CONCIENCIA DE RESCATADOS

Amigo, usted se porta como usted piensa. Por tanto tenga una conciencia de “rescatado”, una mentalidad de “poseso”.

El apelativo “rescatados” que aparece en el original griego de este gran versículo es “lutrao”, que significa “liberado mediante el pago de un rescate” o “redimido”. Se halla tres veces en el Nuevo Testamento, todas referentes a Cristo, apareciendo, ademas de este lugar, en Lucas 24:21, que dice: “Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido” (Lc.24:21). Y luego en Tito 2:14, que reza: “Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras” (Tit.2:14).

Con esto en referencia, estudiemos todo el pasaje de I Pedro 1:13-21 para extraer hechos acerca de cómo debemos pensar y adecuar nuestra vida en torno a Dios, nuestro buen Padre.


5 MODOS DE PENSAR DE LOS RESCATADOS

El hecho de considerarnos a nosotros mismos personas “compradas” nos cambia todo el auto-concepto heredado de nuestros padres, y la auto-identidad adoptada del entorno. Ahora tenemos una mentalidad de posesos, de comprados y de poseídos por Dios.

El que está consciente de ser una posesión, piensa de cinco maneras especiales, que podríamos decir son cinco negaciones, cinco “no” que definen el “sí” en favor de Cristo:

“Si me compraron”:

  1. YO NO SOY MIO - “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” (I Cor.6:19).

  2. YO NO ME MANDO - “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gal.2:20).

  3. YO NO SOY DUEÑO, SINO ADMINISTRADOR - “¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala” (St.4:13-16).

  4. YO NO DECIDO - “Diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lc.22:42).

  5. YO NO ME AGRADO - “Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (II Cor.5:15).


3 REACCIONES ESPERADAS DE LOS RESCATADOS

Una vez que entendemos y estamos "conscientes y concientizados" acerca de qué cosa somos espiritualmente y quiénes somos en base al origen de nuestra nueva relación con Dios, podemos vivir a la altura de esta mente renovada gracias a la ayuda del Espíritu Santo, “que es las arras de nuestra herencia, hasta la redención (el rescate final de nuestro cuerpo en la glorificación) de la posesión adquirida (es decir, nosotros), para alabanza de su gloria” (Ef.1:14).

Según revisamos y comparamos este pasaje en varias versiones bíblicas, las tres reacciones o tres “s” que se esperan de nosotros, ahora revestidos de este pensamiento, son, por tanto:

SOBRIOS … (es decir, autocontrolados, templados y templados)

I Pedro 1:13 dice: "Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento (es decir, preparen su mente para actuar), sed sobrios (o ejerciten el control propio), y esperad por completo (poniendo toda su esperanza) en la gracia (o salvación inmerecida) que se os traerá (y recibirán) cuando Jesucristo sea manifestado (o sea, revelado al mundo).”

SANTOS … (que significa limpios, consagrados y puros)

I Pedro 1:14-16 dice: “(Vivan) como hijos obedientes (de Dios), no os conforméis (o no vuelvan atrás a su vieja manera de vivir, como para satisfacer de nuevo) a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel (Dios) que os llamó (y eligió) es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir (es decir, en todo lo que hagan); porque escrito está (en las Escrituras): Sed santos, porque yo soy santo”.


SOLICITOS … (ya que ser solícito significa considerar, atender, complacer a otro)

I Pedro 1:17 dice: “Y si invocáis por Padre (Celestial), (o si ustedes oran) a aquel que sin acepción de personas (y no tiene favoritos) juzga (y recompensa) según la obra de (o lo que haga) cada uno, conducíos (y vivan) en temor (reverente de el) todo el tiempo de vuestra peregrinación (durante su estadía como residentes temporales en esta tierra)”.


CONOCIMIENTO QUE DA VICTORIA

Hay tres palabras clave (a manera de llaves especiales) en este poderoso pasaje. La primera de ellas es “rescatados”, que ya explicamos arriba; pero otra es “sabiendo”, que indica que el secreto de la victoria espiritual tiene que ver con estar siempre bien conscientes de nuestra identidad, de nuestro trasfondo, pero también del pago que se entregó por nuestra libertad, ¡y sobre todo Quien fue nuestro Rescatador!

En varias versiones bíblicas el texto dice: “Sabiendo que fuisteis rescatados (que Dios pago un rescate para salvarlos) de vuestra vana manera de vivir (de aquella vida vacía), la cual recibisteis (o heredaron) de vuestros padres, no (habiendo pagado este hecho) con cosas corruptibles (que pierden su valor), como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero (el propio Cordero de Dios) sin mancha y sin contaminación (ni pecado), ya destinado (y elegido por Dios como el rescate por ustedes) desde antes de la fundación del mundo (y mucho antes de que este comenzara), pero manifestado (o revelado) en los postreros tiempos (o últimos días) por amor de vosotros (es decir, por el bien de ustedes), y mediante el cual creéis (o han llegado a confiar) en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria (inmensa), para que vuestra fe y esperanza sean (y estén puestas) en Dios” (I Pe.1:18-21).

La tercer palabra clave es el verbo “fuisteis”, que está en tiempo pasado, y que indica una obra ya hecha, no por realizarse, sino terminada y completa, en la cual posicionalmente estamos y por derecho judicial ya gozamos todos los creyentes: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero); y vosotros estáis completos en él” (Col.2:10; 3:13).

ALABANZA DE RESCATADOS

¡Gloria a Dios por su gracia y excelencia! Hoy no solo podemos saber que somos rescatados, sino vivir como tales.

“Ciertamente volverán los redimidos de Jehová; volverán a Sion cantando, y gozo perpetuo habrá sobre sus cabezas; tendrán gozo y alegría, y el dolor y el gemido huirán. Y les llamarán Pueblo Santo, Redimidos de Jehová; y a ti te llamarán Ciudad Deseada, no desamparada” (Is.51:11; 62:12).


(C) Ariel Romero Lopez

Version Reina Valera 1960 de las Sagradas Escrituras, RV60

Nueva Traducción Viviente de las Sagradas Escrituras, NTV

Kommentare


bottom of page