He aprendido muchas cosas en mis 40 años de ministerio, 28 años como Pastor y 24 años como Pastor de Pastores. Este es un breve resumen de algunas de las lecciones que he aprendido con relación a:
PLANTACIÓN DE IGLESIAS
En la diversidad de los dones que Dios reparte, algunas iglesias crecen numéricamente incrementando su membrecía, mientras que otras crecen dando a luz hijas para bendecir territorios adicionales donde hay necesidad.
Todo pastor debe saber reconocer cuando Dios ha regalado el don pastoral a otros de entre sus miembros, y estar dispuesto no solo a soltarlos, sino a bendecirlos, enviarlos y apoyarlos en una nueva obra.
Según las palabras de Jacob, Bethel era una “casa de Dios” pero también una “puerta del cielo”. Así, pues, toda nueva casa de Dios que se abre es también un puerto de entrada al Reino de Dios, un portal de acceso que pone a disposición la verdad y la luz del evangelio de Cristo a toda persona necesitada.
Las iglesias nuevas siempre funcionarán mejor si siguen conectadas de alguna forma en relación de nutrición con la casa que las dio a luz.
El corazón de Dios está fuertemente ligado a la apertura de nuevas iglesias locales. No solo proveen diversas cultural sino que además abarcan mayores territorios con el poder del evangelio.
Es mejor que una iglesia local tenga la mentalidad de expandirse desde un principio para que dé lugar a la formación de nuevas obras, ya que de esta forma se evitará que el proceso sea más doloroso.
Tal como una madre se debe vitaminar, fortalecer y cuidar mucho antes del nacimiento de su hijo, así la iglesia madre debe de ser cuidadosamente instruida y energizada antes de abrir oficialmente a un nuevo local; y así, como una madre requiere recuperación después de dar a luz, igualmente la iglesia mamá. No se puede descuidar la salud de la iglesia madre.
Plantar iglesias está muy ligado al principio de formación de nuevos líderes. La pieza clave en las iglesias nuevas es el líder. Si el nuevo pastor está preparado, es hábil y se encuentra lleno de fe, también lo estará la nueva iglesia, y crecerá saludablemente. La nueva iglesia se define en el líder.
Para tener un hijo nuevo se requiere el ADN de un padre y de una madre. El papá es el pastor, y la iglesia es la mamá. Una iglesia nueva debe ser cuidada por ambos padres, pero buscando gradualmente su madurez e iniciativa propia.
Tanto un nuevo hijo como una nueva iglesia, se parecerán mucho en sus características a sus padres, pero no serán exactamente iguales.
No es bueno enviar a una sola persona, matrimonio o familia a abrir una nueva iglesia; es mucho mejor abrir una nueva iglesia con un mínimo de 3 familias, incluyendo la del pastor.
(2104) Ariel Romero López
Ministerio Vino y Aceite Internacional
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