Cierta ocasión, durante un ayuno total de 3 días que hice, vino a mi corazón y a mi entendimiento una revelación, clara y repentinamente. Dios me habló y dijo: “Hay 3 niveles de expresión de la maldad que gradualmente van provocando los juicios divinos sobre una nación, y que hacen que se aparte mi bendición de ella: Cuando esta se generaliza, cuando se organiza y cuando se legaliza”. Luego procedió a explicarme cada paso:
1er. Paso: GENERALIZACIÓN: Cuando se Generaliza.
Este punto es como cuando la Biblia dice: “El pensamiento de los hombres era de continuo solamente el mal” (Gen.6:1-3), y “no hay quien haga el bien; todos se desviaron a una” (Rom.3:10-18). En este punto los pecadores son realmente muchos, pero todos los pecados, los robos, la perversión y las mentiras son hechos particularmente. Cada cual busca lo suyo propio y los pecadores pecan separados, casi cada uno por su cuenta, aún todavía a escondidas. Esto acarrea cierta medida de juicio sobre una nación.
2do. Paso: ORGANIZACIÓN: Cuando se Organiza.
En este punto es como dice la Biblia: “No solo las hacen (las cosas malas), sino que también se complacen con los que las practican” (Rom.1:18-32), y cuando se dice “se juntaron en esta ciudad contra el Señor y contra su Cristo” (Hch.4:23-31). En este punto, un mayor grado de inteligencia es empleada al hacer cosas malas. Los impíos cometen la maldad organizadamente formando redes y estructuras entre ellos para promover estratégicamente el mal, haciendo publicaciones, realizando conexiones y formando verdaderas sociedades de crimen, perversión y mentira. Así entonces, bajo esta estrategia, penetran a la nación. Esto acarrea una medida mayor y fuerte de juicio sobre una nación.
3er. Paso: LEGALIZACIÓN: Cuando se Legaliza.
En este punto es cuando la Biblia dice: “Hacen agravio bajo forma de ley” (Sal.94:20), y cuando se emiten leyes que toleran lo malo y obligan a aceptarlo, como cuando se dijo por parte de la autoridad “al son de bocina, todos os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey ha levantado” (Dn.3:5. Ver también Ester 3:8-13). Este punto sucede cuando la maldad de los impíos se hace ley, y los pecadores son protegidos por ciertos preceptos específicos para realizar libremente el engaño, la maldad y la depravación. Aquí lo malo es ya tan general que se hace legal, y entonces los justos son considerados ofensores de los “libres”. Esto acarrea un juicio total sobre una nación.
LLAMADO
Dios me explicó que cuando la maldad se organiza, suceden dos cosas que el diablo usará para pasar directamente al tercer paso de legalizarla: Primero, se ha convertido en un gran negocio, hasta un punto en que el gobierno no puede controlarlo. Segundo, se ha convertido en moda, y al hacerse una práctica general se razona que no tiene ni caso prohibirlo o gastar dinero en controlarlo, rindiéndose ante este “cambio inevitable” de la sociedad. Por haberse hecho estas cosas una costumbre aceptada, se presenta entonces un descaro por parte de los impíos, quienes se expresan libremente por las calles de las ciudades sin vergüenza, sintiendo el mundo suyo de manera que los de recto caminar son ahora considerados los raros e “intrusos” entre la gente.
Enseguida de esta revelación, el Señor me dijo literalmente: “No permitas que el tercer paso ocurra en tu patria”. Y luego me hizo muy claro el secreto de la victoria, diciéndome: “Lo UNICO que lo detendrá será la intercesión derramada delante de Mí”.
ÉNFASIS
Por medio de compartir esto yo LEVANTO UN ÉNFASIS PROMOVIENDO LA INTERCESIÓN POR NUESTRO PAÍS. Clamemos por México para que nunca en nuestra tierra sea protegido bajo forma de ley lo que Dios no aprueba, tal como ya ha sucedido en otros países a través de la historia y han experimentado los juicios de Dios, o como está sucediendo en la actualidad y ya han comenzado a experimentarlos (Sal.9:7,8; 59:5; 94:1-11).
Sinceramente,
ARIEL ROMERO LOPEZ
Pastor
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