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IDENTIDAD "NO NEGOCIABLE"

Una de las cosas que jamas se negocia en la vida es la identidad. Al menos en teoria, al menos no deberiamos. Negociarla sería someternos a una forma de vida, de trabajo y de asignación que no nos corresponde, que no nos cuadra, que no nos identifica, y con la cual nos sentiriamos incómodos e infelices.

Sin embargo, más de las veces que estamos dispuestos a a reconocerlo, nos rebajamos a ese estándar, ya sea por razones de debilidad de carácter, de flojera, de presión, de necesidad o de control, y aun de ambición.

Trágicamente, todos los días hay personas que toman decisiones en contra de su configuración, y en los próximos años lo lamentaran. Prácticamente han decidido venderse, prostituirse y vivir su vida como un "traicionero que se traicionó a sí mismo", que comprometió su integridad, su moralidad y su autenticidad a cambio de ganancias personales.


OFRECIMIENTOS

Hace algunos años, siendo yo un pastor, una persona me ofreció entrar a su organización y recibir una lista enorme de beneficios, así como un jugoso sueldo y todas las prestaciones, seguridades y garantías que marca la ley. Me habían buscado porque, según la lista de mis habilidades y talentos, representaba yo una persona muy valiosa para el desempeño de los fines del tal organismo.

La cosa es que esa oferta me llegó en un momento de mi vida y ministerio en el cual yo estaba malísimo económicamente, lleno de deudas, y hasta de sentir mal valorado por mi propia organización, la cual fundé y aun dirigía.

Son estos momentos en los que tu te peguntas si lo que estas buscando es promoción o desarrollo, comodidad por una parte, o bien, identidad por otra; es cuando dices dentro de ti, "¿qué es lo que yo quiero?"

¿Cómo conceptúo el éxito? Nunca va a poder definirse por tener mas dinero, más poder, más comodidad, más fama, mas "etcéteras", sino en qué tan cerca estuve llegue a estar a mi identidad fundamental. Y esa ningún estándar puede definirla, solo tú y solo yo. Una vez que la descubres no te quieres bajar mas abajo de ella, ni tampoco subirte, porque nada fuera de ella o mas allá de ella sería subir en realidad, porque ella es tu gloria en la tierra.

Y esta organización en cuestión era una institución cristiana, estable, respetable y acreditada, que también trabaja para el Reino de Dios, pero sin embargo no representaba lo que yo soy, la exactitud de lo que yo persigo, la linea de objetivos que me identifican.

Dice la Biblia que un día el olivo dijo: “¿He de dejar mi aceite, con el cual en mí se honra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?” (Jue.9:9).

También nos habla que la higuera, a su vez, dijo: “¿He de dejar mi dulzura y mi buen fruto, para ir a ser grande sobre los árboles?” (Jue.9:11).

Aun mas, la vid respondió: “¿He de dejar mi mosto, que alegra a Dios y a los hombres, para ir a ser grande sobre los árboles?”

Esto habla de identidad, pero ademas indica el valorarla y honrarla. En los ojos de todos, estas plantas no cambiaron tamaño por grandeza; para ellas, ser otra cosa que lo que realmente son, no significaría crecer, sino decrecer.

Si quieres saber qué dije y qué hice con aquella oferta que te platico, pues te diré que la rechacé; y lo hice porque solo tengo una vida, y valoro y honro lo que Dios me ha dado a mí, mi asignación, mi encomienda…. Porque esa es mi identidad. No estoy dispuesto a vivir mi vida sabiendo que tuve una encomienda y una personalidad propio¡a, pero que la rechacé por dinero, o por comodidad, por fama, por poder de control, por satisfacción propia, por legar mas rápido o. As joven, etc., porque en realidad no estoy buscando ninguna de esas cosas. Todas son muy pequeñas ante lo que yo soy, mi personalidad, mi identidad, mi asignación.

Decidí quedarme en mi propia organización, con todas sus fallas, discapacidades y fallas, porque ella es lo que yo soy, ella me representa y yo la represento, es mi familia, es mi gente. No será lo mejor pero es la mía., No será perfecta, pero eso no es lo que importa (por más que a otros les importe la competencia y las comparaciones).

Seria como ultrajarme o robarme a mí mismo, y no estuve dispuesto a rebajarme.

No quiero con esto ofender a quienes me ofrecieron una trabajo. Se los agradezco. Será para alguien más. Pero en mi caso, he escuchado del cielo exactamente quien yo soy, y eso no se niega ni se negocia. Se batalla por ello, se sufre por ello, y se muere por ello.

Escuche. Si usted no esta donde tiene que estar, huya. Pero si tiene que estar donde esta, quédese, no se fije en las criticas de los demás, que no le importe nada. Disfrute su asignación, su trabajo, su posición, su peripecias, sus tribulaciones, su cansancio, su guerra… todo, deléitese en ello con toda su furia, porque se esta disfrutando lo mas valioso, a usted mismo, y usted es único e irrepetible, usted es creación De Dios, y tiene una tarea. Su aportación tiene un valor eterno, y no importa si se mira aquí en la tierra.

“Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón” (Heb.11:24-26).

Siempre me acuerdo, y nunca olvido, el tiempo en el cual tuve que salir de la organización en la cual crecí y serví, donde fui presentado y bautizado, pero de la cual me despedí cuando ya no me representa a min, ni yo la representaba a ella. No fue fácil dejarla, pero fue liberador, y me felicito todos los días por haber sido valiente y hacerlo.



(C) 2020 Ariel Romero López

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