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FIRMEZA DE MENSAJEROS

¡Cuánto necesitamos aprender firmeza en el Ministerio!, especialmente las personas que tenemos la tendencia moral a ser complacientes, inseguros, débiles, temerosos y pusilánimes, a quienes nos atemoriza confrontar a personas imponentes e intemperantes, quienes evitamos el conflicto y preferimos huir de los problemas, aún sacándole la vuelta a las personas difíciles.

De una u otra manera, el ministerio cristiano de todas formas no se podrá desarrollar teniendo este tipo de carácter, ni siquiera poniendo la excusa de que tenemos algún tipo de temperamento natural tranquilo y afable. De una u otra manera, y en una u otra medida, el ministerio cristiano requerirá de confrontación, y lleva cierto grado de conflicto.

Ser cortés y cordial es una cualidad requerida de un pastor, por supuesto, pero muchas ocasiones lo que traemos encima no es mas que pura inseguridad personal, complicada con complejos y traumas personales, que nos impide cumplir a plenitud el rol que Dios nos encargó.

Para personas como nosotros es que se escribieron cosas como las siguientes:


EL CASO DE JEREMIAS: VALENTIA PARA PROFETIZAR

“Y a causa de toda su maldad, proferiré mis juicios contra los que me dejaron, e incensaron a dioses extraños, y la obra de sus manos adoraron. Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos. Porque he aquí que yo te he puesto en este día como ciudad fortificada, como columna de hierro, y como muro de bronce contra toda esta tierra, contra los reyes de Judá, sus príncipes, sus sacerdotes, y el pueblo de la tierra. Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte” (Jer.1:16-19).


EL CASO DE LA IGLESIA PRIMITIVA: DENUEDO PARA PREDICAR

“Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús” (Hch.4:29,30).


EL CASO DE TIMOTEO: VALENTIA PARA LIDERAR

"Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie” (II Tim.2:15).

"Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (II Tim.4:12).

"Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (II Tim.4:12).


EL CASO DE EZEQUIEL: VALENTIA PARA CONFRONTAR

“No a muchos pueblos de habla profunda ni de lengua difícil, cuyas palabras no entiendas; y si a ellos te enviara, ellos te oyeran. Mas la casa de Israel no te querrá oír, porque no me quiere oír a mí; porque toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de corazón. He aquí yo he hecho tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte contra sus frentes. Como diamante, más fuerte que pedernal he hecho tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque son casa rebelde. (Ez.3:6-9).


Ariel Romero López

(c) 2021

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