Nos demos cuenta o no, si nos ponemos a pensarlo, este día es el fin de nuestro pasado y el comienzo de nuestro futuro. Este momento marcará verdaderamente “un antes y un después” decisivo para todo nuestro lapso de vida. Es un punto de no retorno en el plan de Dios, y una línea de partida para lo que Dios tiene adelante para nosotros.
¿Cómo se comienza, pues, sabiamente una nueva temporada? En primer lugar debemos prepararnos espiritualmente para recibir lo que Dios ha preparado, y a la vez estar dispuestos a hacer cambios, para no solo “transitar” el siguiente paso (esto es natural), sino “transicionar” de un estado a otro. ¡Esto es intencional!
Si solo transitamos, pero no "transicionamos", de seguro perderemos el propósito del cambio que Dios está permitiendo.
David dijo a su hijo Salomón al entregarle el reino: “Confío en que serás poderoso y digno” (I Rey.2:2, NBV). Esta palabra es para todos nosotros en este momento de nuestra vida.
EL REY DAVID EMPODERA A SU HIJO
La narración en I Reyes 2:1-4 acerca de lo acontecido cuando el gran rey David estaba por morir y le refirió unas palabras a su sucesor son majestuosas:
“Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo, diciendo: Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre. Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas; para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel”.
EL LLAMADO DIRECTO DE DIOS A JOSUÉ
Tenemos otras referencias a momentos de transición en la Biblia, por ejemplo, el llamado que Dios hizo a Josué, el sucesor de Moisés, cuyas solemnes palabras nos hacen vibrar a todos:
“Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio. Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Jos.1:1-9).
QUÉ ES TRANSICIONAR
Transición es, por ejemplo, lo que todos vivimos cuando nos toca pasar de un grado escolar a otro, cuando nos toca graduarnos de una escuela e inscribirnos en otra nueva. ¡Tenemos que aceptarlo, entenderlo y asumir los retos que conlleva! En momentos así, fuimos expuestos a nuevas reglas, y a nuevas experiencias, pero lo superamos.
Hay tres citas importantes en la vida:
Cuando naces. Esta es tu cita con la vida. Para esta no puedes prepararte.
Cuando te casas. Esta es una cita con tu pareja. Para esta te preparas lo mejor que puedes.
Cuando conoces a Dios. Esta es tu cita con el cielo. Esta te prepara para todo lo demás en la vida.
Cuando mueres. Esta es tu cita con Dios. Tú ya debes estarte preparando para ello.
¿CÓMO TRANSICIONAR?
Algunos cambios de vida son simplemente inevitables, pero aprovecharlos bien para sobresalir o subir de altura requiere voluntad. Una vez más, “transitar es natural, transicionar es intencional”
Para lograr con éxito algunas de tus transiciones fue necesaria la ayuda de tus padres. Igualmente, para transicionar de una etapa a otra en el propósito de Dios es clave contar con el apoyo de padres espirituales que nos apoyen con su consejo y oración.
“No importa cuán buenas o malas hayan sido nuestras vidas, Dios aún tiene cosas más importantes por delante para nosotros en el futuro. Debemos estar abiertos a nuevas experiencias para seguir creciendo en Dios” (Rick Gillespie- Septiembre 2021).
LAS OCHO ACTITUDES CLAVE
Hay ocho actitudes vitales que debemos cultivar para pasar exitosamente del pasado al futuro:
CONFIANZA. Acepta los desafíos. No es pecado estar aterrorizado, siempre y cuando estés confiados a la vez. ¿Cuál es tu peor miedo? ¿Qué es lo peor que puede pasar? No temas. Avanza con Dios.
FLEXIBILIDAD. Seamos fuertes al atravesar el cambio, porque sin cambio no hay crecimiento.
APORTE. Persigue tu propósito. Es tu deber saber tu identidad y valorarla. Agradece tu don individual, porque es valioso para tu familia y tu comunidad espiritual. Nadie puede hacer este trabajo solo. Es el conjunto de todos nuestros esfuerzo lo que construye un gran edificio.
FE. Reclama tu herencia. Ya posees las promesas, ahora toma posesión de ellas.
HONRA. Escucha el consejo de los viejos en tu vida. Mira hacia atrás primero; luego mira hacia enfrente.
PACIENCIA. Sabe los momentos cuándo vas a avanzar, y cuándo vas a esperar; pero recuerda que no estás olvidado. Tienes derecho a estar aquí. El tiempo exacto te llegará para tomar tu lugar.
ESPERANZA. Mantén en mente que en Dios lo mejor está por venir. Cuando la visión que Dios te dio es grande, a veces toma varias generaciones completarse.
ORDEN. Eres una nueva generación, formada en el desierto, y debes saber tu posición. En el Éxodo todos salieron motivados y emocionados, pero allá fueron alineados. En ese proceso muchos quedaros postrados, y no llegaron a la Tierra Prometida. Orden es la única forma de ganar la batalla. Los soldados no pueden estar tirando cada uno por su lado.
CONCLUSIÓN
Este es un tiempo de graduaciones e inscripciones, literales y espirituales. Cuando damos un paso adelante en la palabra de Dios, descubrimos que no hay límite para las posibilidades de lo que Dios hará. Cuando nosotros, como iglesia, estemos disponibles para ser usados, podemos cumplir la misión para la cual fuimos hechos.
En lo personal, tengo 41 años predicando, desde los 14 hasta los 55, desde 1981 hasta el 2022, y he experimentado muchos cambios. No he cambiado el mensaje, pero el mensaje me ha cambiado a mí. Luego, Dios me pidió delegar mi liderazgo espiritual en México en el 2015, y luego retomarlo en el 2020. Ninguna transición ha sido fácil, pero todas han sido inmensamente buenas.
Como iglesia, el conjunto de todos nosotros construye una gran familia. Te prometo que grandes cosas vienen y que vamos a experimentar juntos cosas inimaginables.
"Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (Fil.3:13,14).
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ARIEL ROMERO LÓPEZ
(c) 2022
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