EL SECRETO DE TUS VICTORIAS

¿Qué asuntos de la vida cristiana son todavía un misterio para tí? ¿Cuáles son las preguntas más difíciles que te has hecho? ¿Tienes algún problema al cual no le encuentras solución?

    Hay creyentes que viven con gran derrota en muchas áreas de su vida, por ejemplo como esposos, como padres, como cristianos, etc. Yo te digo en el nombre del Señor: No hay necesidad de estar en derrota, porque Dios tiene la solución para cada una de estas cosas. “Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Lc.11:9,10).

    ¿Tú crees que él no sabe cómo hacerle para que salgas de las situaciones difíciles? ¡Claro que él

lo sabe! Y él te puede revelar secretos de victoria, secretos de guerra, para que tú seas un vencedor en cada situación. “Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; mandadme llamar acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos” (Is:45:11).

    ¿Qué pasa, entonces? Que la gente de este siglo tenemos “tantas opciones” y “soluciones” a la mano que estamos acostumbrados a ir primero a otros medios de solución; y luego de que nos convencemos de que NO nos funcionan, entonces recurrimos a Dios. “¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda. Y confían en su caballería; y su esperanza ponen en la cantidad de sus instrumentos de guerra, y en la valentía de sus soldados; y no miran hacia el Santo de Israel, ni buscan a Jehová” (Is.31:1).

    ¡Pero Dios es al primero que debemos ir! “Acérquense y pregunten. No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro, fuera de mi. Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más” (Is.45:21:22). Nuestro gran Dios es más que poderoso para sacarnos hacia el éxito! Mire nada más esta preciosa promesa que él nos hace: “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae, y todo lo que hace prosperará” (Sal.1:3).

¡CONSULTEMOS A DIOS!

[2012 – Ariel Romero López]