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COMPLETOS EN ÉL - Por Ariel Romero

UN AMIGO QUE NOS COMPLETA

San Pablo establece escribió una verdad absoluta a los creyentes de Cristo, en Colosenses 2:10, que dice: “Y vosotros estáis completos en él” (Col.2:10).

No es que Jesús simplemente nos complementa, sino que nos completa. Él no es solo un “complemento” en la vida… ¡es nuestra plenitud de vida! No solo es capaz de llenar nuestros vacíos, sino también de darnos una vida en abundancia.

UNO QUE PUEDE HACER TODO POR NOSOTROS

"Jesús está aquí.

Pide lo que quieras.

Él tiene poder

Él te lo dará.

Jesús está aquí, hermano.

¡Pide lo que quieras!"

Así decía un antiguo corito que cantábamos en las iglesias en nuestra niñez.

Para los muy religiosos puede parecer contradictorio o contraproducente ofrecer tan amablemente la bondad de Jesús y el amor de Dios a las personas, porque ellos siempre están pensando en el hecho de que, por ser nosotros tan pecadores, Dios no está "para hacernos favores"; sin embargo este tipo de interpretación acerca de Jesús como un “señor rencoroso” no es compatible con su revelación en los Cuatro Evangelios, donde Él aparece como el compasivo compañero y el amigo dispuesto a ayudar a todos los que se acercan a Él. “Al que a mí viene, no le echo fuera”, dijo en una ocasión (Jn.6:37). "Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados" (Heb.2:18).

Podemos pedir al Señor cualquier milagro que necesitemos, porque Él vino precisamente a los necesitados. “Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (Mr.2:17).

Hoy mas que nunca, no importando cual sea nuestra condición, necesidad o desafío de vida, debemos recordar la verdad acerca de su poder para ayudar y su disposición a socorrer. “¿Hay para Dios alguna cosa difícil?" (Gen.18:14), dijo Dios a Abraham. “He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí?” (Jer.32:27). “Porque nada hay imposible para Dios” (Lc.1:37). “Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible” (Mt.19:26). “Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios” (Mr.10:27). “Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios” (Lc.18:27).


JESÚS NOS COMPLETA EN TODAS LAS ÁREAS DE NUESTRA VIDA

En alguna ocasión el pastor David Yonggi Cho testificó que él notaba cómo muchas congregaciones en su país sólo predicaban algún aspecto importante acerca de Jesús, por separado, y se caracterizaban así por ese énfasis… ¡pero sin embargo no crecían! Por otra parte, su iglesia siempre estaba creciendo, porque predicaba a Jesús como todo eso y más, enfatizando todos los aspectos referentes al Señor, es decir, un "evangelio completo". Él decía que esta era una de las razones por la cual su iglesia daba un fruto tremendo para Dios. (Su iglesia Yoido Full Gospel cuenta con más de 1 millón de miembros, a la fecha).

¡Y esto tiene mucho sentido! A veces alcanzamos solo un parte de nuestra comunidad porque solo presentamos un aspecto del ministerio de Cristo, siendo que Él puede ser todo para todos, según su necesidad o su momento:

  • Algunos predican a Cristo predominantemente como el salvador del alma, y logran traer a otros a la salvación.

  • Otros predican mucho a Jesús como el sanador del cuerpo, y logran bendecir a muchas personas con milagros de sanidad.

  • Muchos otros predican mucho a Jesús como liberador de las opresiones, y se vuelven especialistas en el tema de la liberación.

Curiosamente, todos tenemos la tendencia a capitalizar algún aspecto que conocemos o que nos gusta acerca de la persona de Cristo, o con el cual nos hemos identificado. Sin embargo, mas bien debemos predicar a Jesus como que Él lo es todo, porque literalmente es el remedio de todos nuestros males de la humanidad.

La descripción de la Visión Global del Ministerio Vino y Aceite Internacional, por ejemplo, incluye el siguiente apartado: “Nuestra comisión es comunicar a cualquier hombre o mujer, a quien Dios nos envíe o nos dé la oportunidad de servir, la absoluta suficiencia de Jesús, quien suple todas las necesidades del género humano, sean espirituales, materiales, físicas, emocionales, familiares y sociales”.

Así es: Predicamos a un Cristo triunfal con un Evangelio integral.

Él no solo es suficiente ¡Es más que suficiente!


“CONSUMADO ES”: LAS PALABRAS DE JESÚS EN LA CRUZ

“Consumado es” fue la penúltima cosa que Jesús dijo antes de morir (Jn.19:30). Allí, al estar a punto de entregar su espíritu en la cruz, expresó esta frase que ha retumbado en los cielos y en la tierra, desde entonces y hasta ahora.

Por encima de todo lo que Jesús logró en su ministerio terrenal, y de todos los alcances del rescate que efectuó para nosotros, primordialmente conquistó la cosa más importante que necesitábamos: la salvación eterna de nuestras almas.

Y por supuesto que Él está dispuesto a ayudarnos en todo aspecto de la vida, y de hecho, ese día compró todo eso con su sacrificio: Legalmente, ya te sanó, ya te cuidó, ya te libró, ya te perdonó, ya te suplió, ya te liberó. Todo eso está consumado, es decir, completado.

Pero, ¿qué es lo que principalmente fue completado el día que Él dijo “consumado es”? El evangelista Greg Laurie, comentando sobre este verso, lo resume así en su libro La Pasión De El Cristo:

“¿A qué se le puso fin? A nuestros pecados, y a la culpa que los acompañaba. ¿Qué es lo que fue pagado? El precio de nuestra redención. ¿Qué fue logrado? Los requerimientos de justicia de la Ley. ¿Qué es lo que fue acabado? Todo lo que el Padre le había encomendado a Jesús hacer. Gracias a lo que Jesús hizo en la cruz, nunca más tenemos que estar bajo el poder de Satanás”.

En las palabras de mi madre, la Pastora Blanca López (1942-2016), quien me enseñó casi todo lo que sé de la Biblia, con la frase "consumado es" Jesús expresaba que “fue completada la obra de la redención del hombre para siempre”.

Hebreos dice que “con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (Heb.10:14). ¡Yo digo: Amén!


TOTALMENTE COMPLETOS EN JESÚS

El apóstol Pablo dice claramente que estando en Cristo “estamos completos” (Col.2:10), y esta es una verdad muy poderosa. Dentro del contexto que fue dicha (Col.2:8-23), vemos que Pablo estaba contrarrestando las ideas erróneas de hombres que querían añadir mandamientos a cumplir para los cristianos con el fin de que estos se sintieran "más allegados a Dios" y "más seguros de su salvación". Con esto en mente, el apóstol alude a esas “filosofías” como “engaños”, y les afirma que “en Cristo habita toda la plenitud de la Deidad” (Col.2:9), y que por tanto, también los creyentes “estamos completos en él”, ya no necesitando nada extra qué hacer para alcanzar la reconciliación con Dios. Literalmente, hemos recibido la plenitud de Dios, porque el que se acerca a Él mediante Jesucristo tiene otorgado todo Su favor.

Ya no necesitamos nada más, sea para vivir en esta vida como un pleno hijo de Dios, o para disfrutar de su comunión y de su respaldo, o para tener acceso seguro a su presencia para siempre. Por medio de nuestra unión con Cristo, fuimos hechos completos y estamos cumplidos.

¡Gloria a Dios! En Cristo Jesús, según Pablo sigue afirmando en su carta, ya “fuimos circuncidados”, “sepultados con él en el bautismo”, "nos dio vida juntamente con él perdonándonos todos los pecados”, “hemos resucitado” y “nuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Col. 2:11-13; 3:1,3). Ya "no hay condenación" para nosotros (Rom.8:1), pues el Señor “anuló el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz” (Col.2:14).

¡Consumando es! ¡Consumado es!

Entonces, ¿qué más necesitamos añadir a la sublime realidad de lo que somos ahora en Cristo Jesús? Nada. Las religiones de los hombres siempre ofrecen una nueva "idea" o "revelación" para intentar “completar” nuestra sencilla fe. ¡Pero esa sencilla fe es suficiente porque está puesta en nuestro poderoso Salvador! Y aunque siempre podremos enriquecer nuestra trayectoria cristiana con nuevas experiencias en el Espíritu Santo, nunca son estas para añadir a nuestro estado legal y a la plenitud de la posición de hijos, que ya gozamos. Crecemos en la fe cada día, pero desde nuestro nuevo nacimiento somos ya un ser completo, así como lo fuimos en lo físico. “Nuestro crecimiento espiritual no se da mediante adición, sino por nutrición. Crecemos dedsde adentro hacia afuera” dijo una vez el afamado escritor Warren W. Wiersbe.


LLENANDO EL VACÍO DE ALMA

Como escuché desde que era niño, “el ser humano tiene un vacío en el corazón, y este vacío tiene forma de Dios”. Y es que es hasta que una persona conoce a Cristo en una relación de nueva vida cuando puede entonces llenar así el hueco desierto de su alma, y quedar saciado. "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados" (Mt.5:6). “Arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hch.3:19). “Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas” (Heb.4:10).

Salomón, quien concluyó que “todo es vanidad y aflicción de espíritu” (Ecl.1:14), después haber buscado la felicidad en todos los afanes y placeres de la vida, escribió al final de su disertación del Libro de Eclesiastés que “el fin de todo el discurso oido es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos, porque esto es el el todo del hombre” (Ecl.12:13).

Solo Dios le da buen sentido a la vida, y solo en comunión con Él haya su placer, porque no la diseñó para funcionar aislada de Su persona, y solo en Jesús encontramos:

  • La verdadera paz: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Jn. 14:27).

  • El verdadero gozo: “Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” (Sal.16:11).

  • El verdadero amor: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo. Por gracia sois salvos” (Ef.2:4,5).

"Amor, gozo, paz..." son fruto de "el Espíritu que él ha hecho morar en nosotros" cuando le aceptamos (Gal.5:22; St.4:5), el cual es en nosotros "una fuente de agua que salte para vida eterna" (Jn.4:14).

Jesús sabe lo que ocupamos, y nos llama a su amistad porque también sabe que solo Él puede brindárnoslo. “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva” (Jn.7:37,38). "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" (Mt.11:28). "A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche" (Is.55:1). "Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana" (Is.1:18).


COMPLETOS Y EN VICTORIA

Al comprender y recordar que estamos completos en Jesús podemos sentirnos realizados como personas, porque nos acepta tal como somos dentro su familia, y nos concede estar plenos de vida. No nos da “solo un poco” del amor de Dios; antes, mas bien, “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado” (Rom.5:5).

La verdad es que lo tenemos todo en Jesús, ¡absolutamente todo lo que necesitamos! Regocijémonos, pues, en esta verdad, los que tenemos a Cristo, disfrutando la vida “en abundancia” que él proveyó para nosotros (Jn.10:10); y hablemos de su plenitud a los que aún no lo conocen, porque “Cristo es el todo, y en todos” (Col.3:11), y en Él “están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Col. 2:3).


Con amor,

ARIEL ROMERO LÓPEZ

(C) 2023


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30 TEXTOS DE "COMPLETOS EN ÉL":

Jn.6:37

Mr.2:17

Gn.18:14

Jer.32:27

Lc.1:37

Mt.19:26

Mr.10:27

Lc.18:27

Jn.19:30

Heb.10:14

Col.2:8-10

Col.2:11-13

Col.3:1-3

Hch.3:19

Heb.4:10

Ecl.12:13

Sal.16:11

Ef.2:4,5

Jn.7:37,38

Rom. 5:5

Jn.10:10

Col.3:11

Col.2:3

Jn.1:16

I Cor.1:30,31

Gal.3:27

Gal.3:29

Ef.1:22,23

Ef.3:19

Heb.5:9

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