¿Cómo podríamos obtener la victoria en cuanto a la conversión de nuestros hijos hacia la fe cristiana? ¿Cómo podríamos asegurar el cumplimiento del propósito de Dios para nuestras familias? La oración que hacemos unidos puede acelerar la convicción del Espíritu Santo sobre nuestra generación y sobre nuestra nación.
Tuve la experiencia de ser invitado a un clamor de oración unido que se realizó por parte de Comunionet.com (ministerio dirigido por mi amigo el pastor argentino Sergio Scataglini y se equipo ministerial). Todo fue realizado por una llamada múltiple vía WhastApp, previamente planificada, que unió a varios de nosotros, pastores de diferentes organizaciones en la república mexicana.
La actividad se llamó Clamor Pastoral por México, y nos unimos de corazón el uno del otro, ¡aún sin conocernos todavía la mayoría! Sin embargo pudimos sentir la presencia y el poder de Dios tocándonos de una forma sobrenatural, escuchando Él nuestra súplica, que hacíamos como líderes espirituales representado esta gran nación. ¡Aún más, pudimos sentir en nuestros corazones que logramos detener una gran maldad que amenazaba, y a la vez hacer avanzar el reino de los Cielo aquí! Fue impresionante.
EN FAVOR DE NUESTROS HIJOS
En tal esfuerzo realizado, a varios pastores se le asignó un tema específico del quehacer del país, para que dirigiéramos al resto de los pastores a pedir misericordias delante Padre en ese respecto, y obtener su bendición.
En lo personal, me fue asignado el tema de orar por nuestros hijos, tanto por los que están en el Señor, como los que hasta ahora se encuentran descarriados de Su camino.
Al prepararme para mi participación, Dios me recordó varios versículos bíblicos que apunté y usé. Con gusto los comparto aquí, para que tú, lector, los puedas usar en tus oraciones, ¡y así sigamos clamando y creyendo por nuestras familias!
LOS VERSÍCULOS CLAVE
Estos son los versículos que el Señor trajo a mi mente para realizar la oración dirigida. Son hermosos. Medita en ellos:
Isaías 8:18 dice: “He aquí, yo y los hijos que me dio Jehová somos por señales y presagios en Israel, de parte de Jehová de los ejércitos, que mora en el monte de Sion”
Salmos 127:3-5 dice: “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre. Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado cuando hablare con los enemigos en la puerta.”
Malaquías 4:6 dice: “El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”.
I Reyes 18:30 dice: “Entonces dijo Elías a todo el pueblo: Acercaos a mí. Y todo el pueblo se le acercó; y él arregló el altar de Jehová que estaba arruinado”.
ES PROMESA DE DIOS
Por supuesto, hay muchas más promesas en la Biblia referentes a la salvación de la familia, pero basten éstas por ahora para encender nuestro corazones en la llama de la oración y de la fe que sabe esperar, procurando ser constantes en ello a favor de todos nuestros seres queridos.
La promesa que se me dió para basar mi tiempo de intercesión fue Hechos 16:31, que dice: “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”. Basado en este versículo yo entendí que aquí hay 3 SUCESOS DE FE: Primero tienes qué creer tu (en Dios), pero también en esa promesa de conversión familiar. Luego, todo esto propiciará que nuestras casas crean y sean salvas.
VICTORIA OBTENIDA
Al final de ese tiempo poderoso que pudimos tener juntos, unidos literalmente “en el espíritu” desde diversos estados del país, el pastor Scataglini, fundador de Comunionet, dijo: “He podido sentir a Dios sonreír al escucharnos unidos en oración en este día ante Él, y hay una poderosa manifestación de su presencia que nos regaló, porque esto agradó en su corazón”. ¡Wow! Fue una gozo escuchar estas palabras.
Por mi parte, testifico que lo que llegó a mi propio corazón fue lo siguiente: "¡Algo poderoso va a ocurrir”.
Mi enfoque fue en unir las brechas generacionales, la conversión de los hijos y el regreso de los pródigos, así como el pedir perdón por parte de los padres a sus hijos.
LLAMADO A LA FE
No dejemos de orar, pues, poniendo toda nuestra confianza en las palabras habladas por Dios en relación a nuestras casas. ¡Nuestras familias no están a la deriva! Hay promesas divinas de las que ellos penden... siempre que permanezcamos esperando en ellas. "Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos" (Mt.18:19).
Sinceramente,
ARIEL ROMERO LÓPEZ
Pastor - Ministerio Vino y Aceite Internacional
16 de Marzo del 2024
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