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CAMINOS SEGUROS

¿Cómo sabemos si vamos bien en nuestra vida espiritual? ¿Cuándo y en qué condiciones podemos saber que Dios se agrada de nosotros? en este momento de la vida?

La vida espiritual se trata de permanecer en Cristo. Ese es el camino seguro. Jesús dijo: “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor” (Jn.15:4,9).

A veces permanecer es costoso y caro, en cuanto al precio que hay qué pagar para guardar un buen testimonio delante de los demás y negarse algunas cosas; pero muchas veces es tan sencillo como simplemente quedarse en el camino, y no abandonar. A veces envuelve solo tomar pequeñas acciones, tales como orar a diario, leer la Biblia regularmente y mantenerte integrado a la familia de Dios.

Siente aliento y satisfacción por simplemente mantenerte en Dios y en sus caminos, porque muchos que han corrido contigo ya ni siquiera están o han abandonado.

Aunque no seamos perfectos en todas las cosas ni podamos presentarnos ante Dios totalmente sin errores en todas las áreas de nuestra vida, el simple hecho de perdurar es suficiente por ahora.

¡Dios está contento de que persistas! Si solo empezamos por hacer esto ya estamos en el camino al crecimiento, por sí mismo, y agradaremos a Dios.

Recuerda que Dios celebra mucho mas uno de tus aciertos, pequeños logros y victorias que hacer un escándalo por tus errores y fallas. El hace fiesta por tus esfuerzos y tu firme decisión de quedarte.

¿Cuándo podríamos, entonces, saber que vamos bien, o si vamos mal en este Camino, o en la vida? Hay cinco pautas que nos podrían servir para darnos cuenta si vamos bien, por lo pronto y en el hoy:

  1. REINO. Si estamos procurando primero las cosas de Dios, por encima de los planes e intereses terrenales. Jesús dijo: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mt.6:33).

  2. INTEGRIDAD. Si estamos apostando y optando por la rectitud en nuestra acciones y desiciones: Dijo David: "¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación. Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob" (Sal.24:3-6). Y dijo Salomón también: “Los labios mentirosos son abominación a Jehová; pero los que hacen verdad son su contentamiento” (Pr.12:22).

  3. FAMILIA: Si estamos concentrándonos en atender y bendecir a nuestra familia muy por encima de otros objetivos, aun antes que nuestros negocios, profesión o ministerio, fielmente reflejando a Dios primero en casa. "Y cuando mañana te pregunte tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto?, le dirás: Jehová nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre" (Ex.13:14). " El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición" (Mal.4:6).

  4. RELACIONES: Si somos agentes de paz, reconciliación y unidad entre la gente, representando el amor de Dios hacia todas las personas: "Considera al íntegro, y mira al justo; porque hay un final dichoso para el hombre de paz" (Sal.37:37). "Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él" (II Tim.2:26). “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Heb.12:14).

  5. PROJIMO: Si conservamos un corazón sensible hacia quienes están en problemas, y nos mantenemos dispuestos para extender las manos al que está necesitado: "Yéndose luego David de allí, huyó a la cueva de Adulam; y cuando sus hermanos y toda la casa de su padre lo supieron, vinieron allí a él. Y se juntaron con él todos los afligidos, y todo el que estaba endeudado, y todos los que se hallaban en amargura de espíritu, y fue hecho jefe de ellos; y tuvo consigo como cuatrocientos hombres" (I Sam.22:1,2). "Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados" (Is.57:15).

Estas cosas constituyen una evidencia de que vamos bien, conforme avanzamos y nos esforzamos hacia una mayor excelencia espiritual. Haciendo estas cosas podemos estar seguros que vamos por buen camino, pues Dios se agradará de ti si las practicas. "Alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme, que yo soy Jehová, que hago misericordia, juicio y justicia en la tierra; porque estas cosas quiero, dice Jehová" (Jer.9:24).

Así que gózate, aunque por ahora todo lo que hayas podido hacer sea permanecer, estar y continuar, soportando las pruebas y las luchas, porque "si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos" (Heb.12:7). "No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos" (Gal.6:9).

Recuerda: No todo lo hemos hecho bien hasta ahora, pero todos podemos comenzar a edificar bien desde ahora.

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